La piedra filosofal era el símbolo central de la terminología mística de la alquimia, que simboliza la perfección en su máxima expresión, la iluminación y la felicidad celestial. Los esfuerzos para descubrir la piedra filosofal eran conocidos como los Opus magnum ("Gran Obra").
Fue prácticamente el fin de la alquimia. Se dice que muy pocos alquimistas lograron realizarla, como Paracelso o Nicolas Flamel.
Su creación se basa en la idea que toda sustancia material está formada por los 4 elementos y dos principios básicos: mercurio y azufre. El alquimista debía realizar las 4 operaciones: licuarlo, evaporar el agua superflua, separar los dos principios básicos y purificarlos. Pero al parecer cada alquimista tenía una idea diferente sobre su preparación.